Bill Gates es un hombre sabio. No en vano es una de las personas más ricas del mundo, uno de los sujetos que definió el rumbo de la industria tecnológica y uno de los pocos adelantados a su tiempo que predijo cómo sería la pandemia del Covid-19 años antes de que sucediera.
Año tras año habitualmente Bill Gates es consultado sobre infinidad de temas y nunca teme en compartir su opinión por más dura o poco complaciente que esta pueda ser.
Tal situación ha llevado a casos e incidentes curiosos en su trayectoria, como la reciente aversión y pleito que se presenta entre este muchacho y el hombre más rico del mundo: Elon Musk.
El juicio de Bill Gates ha probado ser sensato y agudo en más de una ocasión. Su historial de vida así lo confirma. Pero también es cierto que no es infalible. De hecho una vez casi comete un error que le iba a costar una monumental fortuna.
Bill Gates, la Xbox y un error que casi le cuesta miles de millones de dólares
El diario As ha rescatado uno de los episodios más curiosos, torcidos y delicados en la vida pública de Bill Gates. Todo visto desde la perspectiva del presente, en donde la división de negocios de Xbox en Microsoft hoy en día vale cerca de USD $15 mil millones de ingresos anuales.
Esto suena como un negocio brutal del que la compañía ha logrado apropiarse de un buen segmento del mercado. Pero la realidad es que en su momento Bill Gates no quería aprobar la creación de esta línea dedicada a la creación de consolas y juegos de video.
El diario rescata cómo hace seis años en una entrevista para IGN Ed Fries, cocreador de Xbox, compartió todos los detalles sobre un incidente denominado por ellos como “La Masacre de San Valentín”, en donde Gates estuvo a punto de eliminar el proyecto de la consola de manera permanente.
Todo sucedió en 2001, el proyecto de la Xbox ya iba adelantado, pero tanto Bill Gates como Steve Ballmer no estaban muy convencidos con los avances. De hecho ambos tenían como punto medular de duda y disputa el sistema operativo que correría la consola, ya que bien podría ser considerado a final de cuentas como una PC ensamblada con la forma de una consola.
Bill Gates quería entonces que la Xbox corriera sobre una versión adaptada de Windows, pero al correr sus cálculos descubrieron que no sería un negocio factible, la única vía era crear un sistema cerrado y con ello ir contra el deseo del cofundador de Microsoft.
El día de San Valentín se llevó una junta para revelarles a Ballmer y Gates este giro inesperado, bajo la posibilidad franca de tirar todo el proyecto a la basura.
Bill no tomó con gracia el anuncio, calificó al plan de lanzamiento de la Xbox como un “insulto” y Ballmer se echaba atrás por la cantidad de dinero que podrían perder. Pero hubo un factor que cambió el desenlace de la historia: Sony.
La compañía había comenzado a meterse en el mercado del hardware con el desarrollo del chip CELL que terminaría siendo la pieza medular de la PlayStation 3.
Ese proyecto disparó las alarmas al interior de Microsoft y tanto Ballmer como Gates terminaron aprobando el lanzamiento de la Xbox como una medida preventiva.
Al final el temor de que Sony pudiera comenzar a entrometerse en el mercado del hardware y software terminó impulsando a Bill Gates a lanzar la Xbox.